En estos momentos todo mundo habla de datos, manejo de datos, análisis de datos y de “Big Data” pero de manera personal, pienso que aún no hemos caído en cuenta de una enorme cantidad de datos que poseemos como personas y de alguna manera, están almacenados en un sitio, que en su momento, pensamos era conveniente.
Algunos recuerdan esas viejas formas de almacenamiento como los diskettes, los zip, jazz y otros, pero también pasamos por discos externos y las famosas USB. Sin duda, algunas de nuestras computadoras guardan invaluables tesoros, fotografías y documentos. Quizá no nos hemos dado cuenta de que las conexiones han cambiado y el tipo de archivos también, por ello, resulta una sorpresa encontrarnos con que algunos ya no son compatibles o simplemente ya no se pueden abrir.
Hoy, nos estamos olvidando de los discos físicos y hablamos de la famosa nube, pero seguramente, aún no hemos migrado a ella o desconocemos cómo funciona realmente.
El almacenamiento de datos tiene un proceso a través del uso de la tecnología, ésta se aplica para organizar, distribuir y archivar información con los bytes y los bits que son parte de los sistemas de los que la gente depende día con día. Llega a ser tan importante en todos los servicios: desde una simple aplicación, contenido multimedia, direcciones, contactos, hasta protocolos de red y todo lo que tiene que ver con el mundo digital.
La nube es el espacio de almacenamiento que se comparte en distintos y muy potentes servidores que se ubican en diferentes puntos y para su uso se requiere de aplicaciones, exploradores, autenticación y acceso a la web.
Todavía, existen dispositivos electrónicos, ópticos y magnéticos de almacenamiento, pero actualmente hay demasiada información, por lo que es necesario que sea guardada, protegida, optimizada y bien gestionada. Y para cumplir con este objetivo, la infraestructura se convierte en uno de los elementos esenciales de la arquitectura del almacenamiento.
Viéndolo desde la perspectiva personal, hoy seguramente tienes muchas fotografías, por ejemplo, guardadas en tu teléfono, tu computadora y hasta en una memoria extraíble o disco, pero ¿has pensado en el futuro? ¿Dónde quedarán tus recuerdos digitales? muchos de ellos, ya no están en papel y de algunos tienes muchas copias en archivos.
Empecemos entonces por ordenar nuestra fototeca con algunos de estos tips:
– Ubica un almacenamiento en una nube de tu confianza por la cual estás dispuesto a pagar por un largo periodo de tiempo y prepárate para transferir todo. Ojo, no es tan caro.
– Primero que nada, organiza carpetas que lleven nombres de eventos o lugares que recuerdes perfectamente y añade la fecha en la cual sucedieron.
= Descarta las imágenes que no tengan calidad o que estén repetidas.
– Sé muy crítico con aquellas que realmente quieres conservar.
– Apártate de cualquiera que te provoque malos sentimientos o te recuerde cosas dolorosas.
– Empieza a transferir todos esos tesoros
– Si lo consideras prudente, da acceso a tus seres queridos y decide si pueden editar, contribuir o solamente ver.
– Mantén tus contraseñas seguras y verifícalas constantemente. Establece protocolos de dos pasos y formas de recuperar el acceso.
– Como el almacenamiento puede ser ilimitado, procura que cada archivo esté en la mejor calidad y resolución posible.
– Puedes usar la inteligencia artificial para distinguir a personas y rostros e identificar más precisamente cada foto.
– Te recomiendo agregar en cada álbum, un pequeño archivo de texto con la memoria del viaje, evento o personas, de tal suerte que tengas recuerdos más completos y disfrutables.
– No descartes la posibilidad de hacer un pequeño clip, agregarle música y compartirlo con tus seres queridos.
¿Qué nueva App estás usando hoy?
El tiempo sigue su marcha y no debemos dejar pasarlo sin ordenar todos estos valiosos recuerdos.
¡Gracias por leerme y compartir!
Con información de Amazon, Rockcontent, Kio, Burst
1 comentario en “¿Dónde quedó la información?”
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